domingo, 17 de agosto de 2014

Ayer en Fuenteheridos

Ayer, después de varias curvas, llegamos a Fuenteheridos. Llama la atención la tranquilidad del lugar, rota sola por el canto de grillos y cigarras, señal inequívoca del calor que hace. Una placita rodeada de casas preciosas que conservan el encanto de las construcciones serranas, nos da la bienvenida, y unos chorros de agua enormes, refrescan al menos el oído. Dentro de media hora, comienza el espectáculo, así que manos a la obra. Y una hora y media después, cerramos con un nuevo éxito, de público, participación, y resultados. Así que misión cumplida. Gracias a todos los asistentes por vuestra acogida y por vuestros aplausos, risas y besos, para mí, fue un verdadero placer.

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